miércoles, 29 de mayo de 2013

Cuba amplía el acceso público a internet pero el privado sigue restringido

La Habana Cuba ampliará el servicio público y "social" de internet con más de cien nuevas salas de navegación en todo el país, donde sin embargo se mantienen las restricciones para que la gente pueda acceder a la red desde sus hogares. El Ministerio de Comunicaciones anunció ayer en una resolución que desde el 4 de junio se habilitarán 118 nuevos espacios de conexión con facilidades para navegar por internet, la red nacional y utilizar correos electrónicos a través de un portal denominado "Nauta". Las nuevas salas serán gestionadas por la estatal Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (Etecsa) y se sumarán a las cerca de 200 existentes en hoteles y oficinas de correo, que actualmente ofertan servicio de e-mail, con la previsión de ir aumentando "paulatinamente". En la resolución que publica hoy la Gaceta Oficial se advierte de que ETECSA denegará a los usuarios el uso de los nuevos servicios "de forma inmediata" cuando se detecte durante la sesión "alguna violación de las normas de comportamiento ético que promueve el Estado cubano". Los nuevos servicios se ofertarán a diferentes precios de conexión a la hora pero en CUC, equiparable al dólar y considerada la moneda fuerte de las dos en circulación, las tarifas fluctuarán entre 0,60 y 4,50 CUC, en un país donde el salario medio mensual no llega a 20 dólares. Las que el oficialismo cubano llama "nuevas facilidades" para acceder a internet serán posibles gracias al cable submarino de fibra óptica que llegó a la isla en 2011 para mejorar su conexión a internet. El cable enlaza a Cuba con Venezuela y Jamaica y ya está operativo. "El cable de fibra óptica, si bien mejora las comunicaciones internacionales (...) no es un servicio gratuito, de ahí el costo de la ampliación del servicio de navegación por internet en los primeros momentos", explicó el periódico oficial Juventud Rebelde. Tradicionalmente el Gobierno ha culpado de los problemas de la conexión a internet al bloqueo que EE.UU aplica sobre la isla desde 1962, porque esa política obliga a Cuba a acceder a la red mediante un enlace por satélite que hace la conexión lenta y cara. El proyecto del cable submarino, en conjunto con Venezuela, se desarrolló como una alternativa a esa situación y se prevé que pueda multiplicar por 3.000 la capacidad de conexión a internet de Cuba. Desde que la isla se conectó a la red en 1996 las autoridades han privilegiado el "acceso colectivo" y el uso de determinados servicios. Sin embargo, la gran mayoría de los cubanos no puede tener internet en sus hogares, una posibilidad que solo está permitida -y también con limitaciones- a ciertos profesionales como médicos, periodistas, académicos, intelectuales o artistas.

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