viernes, 25 de marzo de 2016

Vierne santo ¿Por qué nos abstenemos de comer carne? ¿Lo dice la Biblia?

La Iglesia ordena que los católicos practiquemos la abstinencia de la carne como una forma de unirnos a todos en un espíritu de penitencia, para recordar la muerte del Señor.
Para colocar este verso en su verdadero contexto, debemos entender que pasaba en la época de San Pablo. Citando una fuente no católica para mejor transparencia en el tema: En aquellas comunidades la carne disponible para ser comprada en el mercado público a menudo provenía de un animal que había sido ofrecido, total o parcialmente, como un sacrificio a los diferentes ritos religiosos paganos. El problema para la comunidad cristiana de aquel entonces era saber si era apropiado o no comer esta clase de carne: ¿había sido contaminada por haber sido parte de ritos paganos? ¿Se participaba en esta religión (y por lo tanto se cometía apostasía) por comer esta carne? Pablo anima a los cristianos en Roma y en Corinto a recordar que aunque no se prohibía específicamente comer esta carne, las personas sensatas evitarían hacerlo si otros podían ofenderse. Las necesidades de los miembros más débiles y la posibilidad concreta que su fe fuera lesionada son importantes consideraciones cuando se toman decisiones sobre la alimentación.[1] Como vemos, San Pablo condena a aquellos que prohíben en todos los casos la carne[2], para evitar consumir algo que pudo haber sido sacrificado a los ídolos, como posteriormente enseñarían los maniqueos. Ya el mismo Pablo lo menciona en su carta a los Romanos ambas actitudes, aquellos que prohibían comer carne y aquellos que creían que podían comer de todo sin importar lo que pensaran los que no la comían. El apóstol contesta: “No vayas a destruir la obra de Dios por un alimento. Todo es puro, ciertamente, pero es malo comer dando escándalo. Lo bueno es no comer carne, ni beber vino, ni hacer cosa que sea para tu hermano ocasión de caída, tropiezo o debilidad” (Rom 14, 20-21) Así, Pablo nos invitaba a examinar nuestra actitud para no afectar la fe de nuestro hermano. Así que el texto de Timoteo nada tiene que ver con la práctica de la Iglesia en los viernes de Cuaresma. Simbolismo del viernes ¿Daría lo mismo ordenar la abstinencia un martes? ¿Qué representa el viernes en la liturgia de la Iglesia? Jesucristo murió un viernes, y es algo que nos expresa la Biblia (Mc 15, 42). La muerte de Cristo aunque mostró su victoria sobre el mal y la derrota del diablo, para nosotros los cristianos, nos llena de tristeza por todos los padecimientos que sufrió el Señor. Es algo natural para aquellos que sentimos el dolor de la cruz, un dolor que debía ser nuestro por nuestras faltas pero que él quiso llevar sobre sus hombros. Los discípulos de Emaus nos expresan este sentir cuando el Evangelio de Lucas narra: “Él les dijo: "¿Qué comentaban por el camino?" Ellos se detuvieron, con el semblante triste, y uno de ellos, llamado Cleofás, le respondió: "¡Tú eres el único forastero en Jerusalén que ignora lo que pasó en estos días!" (Lc 24, 17-18) Incluso, la misma naturaleza hizo luto por la muerte del Señor: Era alrededor del mediodía. El sol se eclipsó y la oscuridad cubrió toda la tierra hasta las tres de la tarde. Si los primeros cristianos y la naturaleza sintieron el dolor por la muerte del Señor, ¿qué actitud debemos tener nosotros? Debemos concientizarnos de esto y tratar de ofrecer nuestra vida en un permanente caminar por ese camino de la cruz. Por eso, la Iglesia toma este día como un recordar la muerte de Cristo, adentrarnos en este acontecimiento y hacerlo propio.

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